Para que yo me llame Maria

Para que yo me llame Maria como ahora me llamo, fue necesario que mis padres, Joan y Àngels se conociesen y me tuvieran a mí. Y eso no fue fácil.
Mi padre vivía en Londres para los estudios, su familia era de Arenys de Mar. Mi madre estudiaba para ser profesora.
Mi madre, después de aprobar todos los exámenes i sacar-se la carrera, le regalaron un billete para ir a Londres. A ella le hacía mucha ilusión.
Allí se encontraría con la hermana de una de sus mejores amigas, que tenía una casa en el centro.
Después de un viaje con avión, mi madre llegó a Londres en casa de Helena, la hermana de la amiga, se estaría allí siete días.
Como todos ahora debéis pensar: ahora se encontrarán en Londres, se conocerán, se enamorarán i bla, bla, bla... pues no! Las cosas no fueron tan fáciles.
Mis padres no se conocerían hasta siete días después.
Mi madre fue pasando los días, visitando monumentos, hiendo a conciertos, etc. y mi padre con sus amigos y el trabajo de verano, y así pasaron siete días, que por ella fueron fantásticos!
Y cuándo ella estaba en el avión y a su lado se sentó mi padre! Y a partir de aquí una cosa llevó a la otra y... ya sabéis.
Mi padre tenia un trabajo de verano i le dieron una semana vacaciones y decidió pasar-la con su familia y después él tenía que volver a Londres y mi madre un poco triste esperó un año y medio a que mi padre terminara los estudios i volviera a Catalunya.